(Bloomberg) Después de meses de polémicas medidas de Donald Trump sobre inmigración, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, está planeando su propia fuerza policial fronteriza para impedir que inmigrantes indocumentados, drogas y armas ingresen al país desde América Central, dijo su futuro jefe de seguridad pública.
Escogido por López Obrador, Alfonso Durazo enfatizó que la nueva fuerza sería parte de un esfuerzo de desarrollo regional mayor para aliviar la pobreza y la violencia que llevan a tantos centroamericanos a cruzar a México. El cuerpo de la policía será considerable, dijo, y se desplegará también en la frontera norte de México. Se negó a ofrecer más detalles ya que los detalles aún se están decidiendo.
“Vamos a crear una fuerza de policía fronteriza que será altamente especializada”, dijo Durazo en una entrevista. “Necesitan aplicar la ley”, que incluye impedir que los inmigrantes indocumentados y los traficantes de personas crucen a México, lo que a menudo Durazo dice con la ayuda de funcionarios corruptos.
López Obrador y el partido de izquierda que formó en 2014 obtuvieron una aplastante victoria en las elecciones de la semana pasada, luego de que los votantes disgustados por el aumento del crimen, la corrupción y la pobreza echaron del poder a los partidos establecidos del país. AMLO, como se le conoce, también recibió un impulso de las promesas de proteger a los mexicanos contra la represión de los inmigrantes por parte del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ahora enfrentará la nada envidiable tarea de asegurar la indómita frontera sureña del país, al tiempo que evitará las tácticas de línea dura que le ha criticado a Trump.
López Obrador, quien tomará el poder el 1 de diciembre, se reunirá con el secretario de Estado de los EE. UU., Mike Pompeo, el viernes. Es probable que la inmigración sea uno de los temas que debaten.
Fracaso absoluto
Durazo enfatizó que las medidas más importantes para contener la inmigración bajo López Obrador serán humanitarias e incluirán la coordinación con los países centroamericanos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
El ex secretario privado del ex presidente Vicente Fox dijo que la estrategia de seguridad de México ha fracasado por completo y debe ser revisada. “El uso legítimo de la fuerza por parte del estado es un recurso”, dijo. “Pero no debería ser el primer recurso, debería ser el último”.
La primera prioridad de la nueva administración será luchar contra las causas de la violencia. Por ejemplo, para prevenir la corrupción, aumentará significativamente los salarios y beneficios para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y creará más academias de policía para duplicar el número de personal de seguridad que puede recibir capacitación por año, dijo.
El jefe principal de López Obrador reiteró sus comentarios desde abril a Bloomberg, que la venta y el uso de la marihuana deberían ser despenalizados y regulados. Pero antes de que se tome una decisión política sobre el asunto, se someterá a un referéndum público, dijo.
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