POR JACK PHILLIPS
El ex alcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani, abogado del presidente Donald Trump, dijo el martes en un tribunal que pretende representar a la campaña Trump 2020 en su caso para impedir que Pennsylvania certifique los votos.
“Yo, Rudolph William Giuliani, por la presente solicito al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Pennsylvania que me admita a ejercer ante ese Tribunal”, escribió. “El estado de derecho regirá toda mi conducta. No violaré la ley ni me pondré por encima de la ley”, también escribió.
Unos 30 minutos después, el tribunal admitió a Giuliani, según otro expediente.
No está claro si el propio Giuliani presentará argumentos ante el tribunal. Giuliani, que es un ex fiscal federal, no está admitido para ejercer la abogacía en el sistema de tribunales federales de Pensilvania, por lo que necesitaba permiso del juez Matthew W. Brann para comparecer en el caso.
Giuliani, más temprano ese día, dijo que el caso de Pennsylvania depende de casi 700.000 boletas que según él “fueron contadas subrepticiamente”.
“Francamente, ese es un caso que nos gustaría ver llegar a la Corte Suprema”, dijo a Fox Business, añadiendo que en otros lugares, “probablemente vamos a demandar en por lo menos ocho o nueve” estados que los observadores electorales republicanos afirmaron que estaban bloqueados para ver el proceso de tabulación de votos el 3 de noviembre y más allá.
“Creo que hemos acumulado más que suficiente evidencia en Pennsylvania, Michigan, Wisconsin y Georgia”, dijo el ex alcalde, haciéndose eco de una afirmación hecha por el abogado de la campaña de Trump, Sidney Powell, el pasado fin de semana.
La demanda presentada en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Medio de Pennsylvania la semana pasada alegó que algunos condados utilizaban un sistema de dos niveles en la evaluación de los votos por correo en contraste con los votos emitidos en persona.
“A través de las acciones arbitrarias e ilegales del Secretario, Pensilvania creó un sistema de votación de dos niveles que resultó en que los votantes fueran tratados de manera diferente dependiendo de la forma en que eligieron ejercer su franquicia”, declaró la demanda. Se presentó contra la Secretaria del Estado Kathy Boockvar, demócrata, y las Juntas de Elecciones de los condados de Allegheny, Centre, Chester, Delaware, Filadelfia, Montgomery y Northampton.
“La primera, marcada por la aparición de votantes personalmente en las urnas, cumplió con los requisitos de transparencia y verificabilidad del Código Electoral de Pennsylvania. El segundo, marcado por una masa de boletas de papel recibidas por correo, estaba oculto en la oscuridad y no cumplía con ninguno de esos requisitos de transparencia y verificabilidad. Este sistema electoral de doble vía no sólo viola los derechos de los demandantes garantizados por la Constitución de los Estados Unidos, sino que también viola la estructura de la Constitución según la cual las elecciones en los estados deben llevarse a cabo según lo dispuesto por sus respectivas legislaturas”, dijo.
Los abogados de Boockvar han descrito las reclamaciones de Trump como agravios generalizados y lesiones especulativas que no justificarían la anulación de los resultados de las elecciones.
Los abogados que representan a Boockvar le dijeron a Brann, un nombrado del ex presidente Barack Obama, que otros condados podrían haber permitido que sus votantes arreglaran los problemas de las boletas de voto por correo, pero decidieron no hacerlo.
“Las prácticas electorales no tienen por qué atender al mínimo común denominador, y los argumentos de los demandantes penalizarían indebidamente a los condados que dan derecho a los votantes ayudándoles a evitar la descalificación de las papeletas”, argumentaron en una presentación.
El domingo, la campaña de Trump modificó su demanda en Pensilvania sobre los condados que bloquean a algunos observadores electorales.
Y la semana pasada, los abogados del equipo de la campaña Trump de Porter Wright Morris & Arthur se retiraron del caso. Fue después de que el grupo anti-Trump Proyecto Lincoln instó a sus seguidores en Twitter a contactar a los empleados de la firma y “preguntarles cómo pueden trabajar para una organización que trata de anular la voluntad del pueblo americano”.
Tom Ozimek contribuyó a este informe.
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