Joe Biden no obtendrá información de seguridad nacional de alto nivel hasta que la Administración de Servicios Generales compruebe que ha derrotado oficialmente al Presidente Donald Trump, según ha confirmado la oficina del Director de Inteligencia Nacional John Ratcliffe.
“ODNI sigue la dirección estatutaria prevista en el Acta de Transición Presidencial, que requiere la determinación del candidato por el administrador de la GSA antes de apoyar una potencial transición presidencial”, dijo la oficina de Ratcliffe en una declaración a NBC News el martes. “ODNI no tendría contacto con ningún equipo de transición hasta que el administrador de la GSA lo notificara”.
La jefa de la GSA, Emily Murphy, aún no ha firmado la carta de verificación de la oficina, la cual ha sido requerida desde que el acta de transición fue aprobada hace 60 años para proveer información y desbloquear el dinero utilizado en el proceso de transición.
Esto significa que Biden no está recibiendo el “President’s Daily Brief”, una compilación de informes de inteligencia para los más altos funcionarios del gobierno. Trump no ha autorizado su publicación, informó NBC News.
Biden confirmó a los reporteros el martes que no está recibiendo el informe, pero dijo que no es necesario en este momento, ya que no es el presidente en ejercicio.
“El acceso a la información clasificada es útil pero no estoy en posición de tomar ninguna decisión sobre estos temas de todos modos”, dijo Biden. “Sería bueno tenerla pero no es crítica”.
Los funcionarios de transición de Biden dijeron que como no está recibiendo informes de inteligencia, no está claro si sus principales asesores están recibiendo material clasificado, lo que significa que podría haber retrasos en las investigaciones relacionadas con las autorizaciones de seguridad. Eso podría obstaculizar el proceso de confirmación del Senado si Biden toma el cargo, comentaron.
David Priess, ex oficial de la CIA y experto en informes de inteligencia, dijo a NBC News que durante las acaloradas elecciones entre Al Gore y George W. Bush, la administración del entonces presidente Bill Clinton decidió dar los informes a Bush a principios de diciembre, incluso antes de que las elecciones se decidieran a favor de Bush. Gore, como vicepresidente de Clinton, ya estaba recibiendo la información diaria del presidente.
Mientras tanto, el Departamento de Estado tampoco puede facilitar las llamadas entre Biden y los líderes extranjeros que ya están comenzando a contactarlo hasta que la GSA determine la elección, según el equipo del ex vicepresidente.
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